¿Sabías que cerca del 42% de la población adulta española ya ha utilizado alguna forma de IA?
La IA ha dejado de ser ciencia ficción para convertirse en una herramienta real que transforma nuestro día a día, desde cómo organizamos nuestras tareas hasta cómo nos entretenemos.
Todos sabemos que la inteligencia artificial (IA) está cada vez más integrada en nuestro día a día. Y es que ha pasado de ser una idea de ciencia ficción a una realidad tangible. De hecho, ¿sabías que, hoy, cerca del 42% de la población adulta española ha utilizado alguna forma de IA?
Además, más de la mitad de los españoles prevé que la IA tendrá un impacto positivo en ámbitos domésticos, educativos, de transporte y de entretenimiento. Pero sigamos explorando más claves sobre el uso de la inteligencia artificial en la vida cotidiana en España. ¡Toma nota!
Percepción del impacto de la IA
Más de la mitad de los españoles cree que la IA tendrá un impacto positivo en diferentes ámbitos de su vida. Este gráfico muestra las expectativas en los sectores clave.
Entretenimiento
68 %
Hogar
65 %
Transporte
62 %
Educación
59 %
Comercio
56 %
Salud
54 %
IA en el hogar: por una vida más fácil
Sí, la IA ha llegado a nuestros hogares para hacer la vida más fácil. Y asistentes de voz como Alexa, Google Assistant o Siri son ya un clásico en muchas casas españolas. Control de luces, reproducción de música, consulta de información en tiempo real… El límite lo pone el usuario, que tan solo necesita hablarle a un altavoz inteligente para obtener lo que necesita.
Pero la domótica inteligente no se detiene aquí: también existen robots de cocina, duchas programables, luces que se encienden solas o incluso robots aspiradores tipo Roomba que limpian automáticamente. No podemos olvidar las Smart TV y otros dispositivos conectados, que adaptan sus funciones gracias a la IA para ofrecer un entretenimiento personalizado.

IA en la salud: oxigenando el trabajo de los profesionales
En el sector sanitario español, la inteligencia artificial también brinda apoyo. Y lo hace tanto a profesionales médicos como a pacientes. Por ejemplo, diversos hospitales en España ya emplean IA para analizar pruebas médicas y ayudar en diagnósticos precoces. Tengamos en cuenta que un sistema de IA puede detectar anomalías en radiografías o identificar células cancerosas con gran precisión, lo que acelera y mejora la detección de enfermedades.
Además, ¿quién no tiene ya instalados apps y demás tecnología de salud impulsados por IA para uso cotidiano? Cada vez son más comunes las aplicaciones móviles que monitorean constantes vitales, asistentes virtuales que responden dudas médicas básicas, o wearables (como relojes inteligentes) que analizan patrones de sueño y actividad para ofrecer consejos personalizados.
Estos avances se traducen en una atención más preventiva y en pacientes mejor informados, aunque siempre bajo la supervisión de profesionales de la salud.
IA en el transporte: una nueva forma de movernos
Tampoco podía faltar la IA como aliada en la forma en que nos movemos por las ciudades españolas. El ejemplo más destacado es el uso de navegadores GPS inteligentes. Aplicaciones como Google Maps emplean IA, y ya son un ‘must’ para calcular rutas óptimas, avisar sobre tráfico en tiempo real o incidencias en carretera y, en definitiva, ahorrar tiempo y evitar atascos en nuestros desplazamientos diarios.
Pero eso no es todo: las ciudades están empezando a implementar semáforos inteligentes con IA para agilizar el tráfico y mejorar la seguridad vial. Por ejemplo, ciudades como Córdoba han estrenado un sistema pionero que detecta a personas con movilidad reducida (como usuarios en silla de ruedas o carritos de bebé). Este sistema automáticamente prolonga el semáforo en verde un 15% más de tiempo para facilitar su cruce seguro.
Del mismo modo, Madrid ya coordina casi 3.000 cruces con un sistema de IA que ajusta la duración de los semáforos según la intensidad del tráfico en cada momento.
IA en la educación
En el ámbito educativo, la IA ofrece nuevas formas de aprender y enseñar. Por ejemplo:
- Plataformas educativas inteligentes que emplean algoritmos para adaptar contenidos al ritmo y nivel de cada estudiante, brindando una experiencia de aprendizaje personalizada. Este aprendizaje adaptativo basado en IA permite optimizar la educación según las necesidades únicas de cada alumno, creando materiales y ejercicios a medida.
- Aplicaciones para aprender idiomas o matemáticas emplean IA para ajustar la dificultad de las tareas en función del progreso del usuario.
- Asistentes como ChatGPT, emplados por algunos docentes para generar ejercicios, explicaciones alternativas o recursos didácticos, ahorrando tiempo en la preparación de clases.
IA en el comercio, también presente para ofrecernos lo que realmente nos interesa
En el comercio, la IA también se ha instalado. Y lo ha hecho tanto de forma online como en el ámbito tradicional. Cuando hacemos compras por Internet en nuestro país, es muy probable que estemos interactuando con sistemas de IA sin darnos cuenta. Por ejemplo, las tiendas en línea y plataformas de e-commerce usan algoritmos para recomendarnos productos en función de nuestros gustos o búsquedas previas. Por eso, al navegar por sitios como Amazon o incluso en las webs de cadenas españolas, solemos ver artículos sugeridos que coinciden sorprendentemente con nuestros intereses.
Además, muchas empresas han incorporado chatbots inteligentes en sus sitios web y aplicaciones de atención al cliente. Estos asistentes virtuales pueden responder preguntas frecuentes, ayudar a rastrear un pedido o incluso gestionar reservas 24/7, mejorando la experiencia del consumidor.
En tiendas físicas, la IA también se hace presente mediante sistemas de gestión de inventario inteligentes (que aseguran que no falten productos en los estantes) o cajas de autopago con reconocimiento de artículos.

IA en el entretenimiento: analizando nuestros hábitos de consumo
La forma en que disfrutamos del ocio y el entretenimiento también ha cambiado gracias a la inteligencia artificial. Plataformas de streaming como Spotify para música o Netflix para series y películas, utilizan algoritmos de IA para analizar nuestros hábitos de consumo y sugerirnos contenido acorde a nuestros gustos.
Por ejemplo, Spotify identifica nuestras preferencias musicales según lo que escuchamos y nos recomienda canciones similares, mientras que la IA de Netflix personaliza la selección de series y películas que aparece en nuestra pantalla de inicio, mostrando títulos que probablemente nos vayan a gustar.
De esta manera, cada usuario obtiene una experiencia de entretenimiento única y a su medida.
Asimismo, las redes sociales aplican IA en sus famosos algoritmos: tanto las notificaciones que recibimos como las publicaciones que vemos en nuestro feed están filtradas por inteligencia artificialimmune.institute. Esto significa que la plataforma aprende de nuestros “me gusta” e interacciones para mostrarnos el contenido más relevante (o más adictivo) posible, manteniéndonos enganchados.
En el terreno de los videojuegos, la IA se utiliza para crear personajes no jugables más listos y dinámicos, o incluso para adaptar la dificultad del juego según la destreza del jugador.
Beneficios y retos del uso cotidiano de la IA
Como ves – y seguramente lo estés viviendo –, el uso de la inteligencia artificial en la vida cotidiana ya es una realidad que aporta múltiples beneficios: mayor comodidad en el hogar, servicios más personalizados, mejor salud preventiva, aprendizaje optimizado, etc.
Sin embargo, es importante abordar también los retos y riesgos asociados:
- En primer lugar, existe preocupación por la privacidad y seguridad de los datos: por ejemplo, una parte de los usuarios señala la pérdida de privacidad como la principal desventaja de los altavoces inteligentes.
- Del mismo modo, delegar demasiadas decisiones en algoritmos de IA puede ser problemático si estos contienen sesgos o funcionan como una “caja negra” poco transparente.
- Muchos expertos advierten que una dependencia excesiva de la IA podría hacer que descuidemos la interacción humana y el pensamiento crítico.
- Mayor comodidad: Automatización de tareas en el hogar y servicios personalizados.
- Salud preventiva: Monitorización y diagnóstico precoz para una mejor calidad de vida.
- Eficiencia optimizada: Ahorro de tiempo en transporte, comercio y preparación de materiales educativos.
- Experiencias a medida: Contenido de entretenimiento y aprendizaje adaptado a los gustos y necesidades individuales.
- Privacidad de datos: La recopilación masiva de información personal genera preocupación por su seguridad y uso.
- Sesgos y transparencia: Los algoritmos pueden perpetuar sesgos existentes y operar como «cajas negras» difíciles de entender.
- Dependencia excesiva: Un uso desmedido podría atrofiar el pensamiento crítico y la interacción humana directa.
- Uso ético: Es crucial establecer un marco que garantice un desarrollo y uso responsable de la IA.
En conclusión, la IA en la vida cotidiana en España representa un futuro lleno de oportunidades, pero también demanda un uso responsable y consciente. ¿El equilibrio? Centrémonos en aprovechar sus ventajas –disfrutando de hogares más inteligentes, mejor salud, transporte eficiente o entretenimiento a medida– al mismo tiempo que nos informamos y exigimos garantías para proteger nuestros derechos y privacidad.
¡Recuerda! El camino hacia una convivencia cotidiana con la inteligencia artificial ya está en marcha; como sociedad y como individuos, tenemos el reto de aprender a sacarle el máximo partido de forma segura y ética.